Pisac, es un pueblo que posee un complejo arqueológico con su mismo nombre, estas ruinas se encuentran a 3,300 metros sobre el nivel del mar y se ubican justo detrás del pueblo.
Pisac tiene atractivos turísticos como el mismo pueblo rodeado de imponentes montañas, el mercado tradicional de Pisac donde hallaras todo tipo de artesanías, textiles, cerámica y joyería; y sin duda las ruinas que es el atractivo principal, pero Pisac no escapa de las leyendas incas y en este post te contaré sobre una famosa leyenda que tiene que ver con una formación de piedra.

Justo antes de llegar a la ciudad nos encontraremos con una formación natural tallada en piedra. La leyenda dice que el gobernador del pueblo tenía una hija llamada Inquil, ella se tenía que casar con aquel hombre que pudiera construir en una sola noche, un puente sobre el río Vilcamayo.
Apareció un pretendiente que acepto el desafío, un apuesto príncipe llamado Asto Rimaq, todo estaba listo para que el pretendiente comience el trabajo, pero mientras Asto Rimaq hacía el puente Inquil fue a invocar a espíritus de las montañas para que lo ayuden, estos espíritus aceptaron con la condición de que ella no volteé a ver hasta que el trabajo esté terminado. Antes que el puente se termine, ella comenzó a escuchar ruidos extraños y cede a la tentación de ver, es en ese momento que el río Vilcamayo se lleva a su amado, y en cuanto a ella queda convertida en piedra, con la mirada fijada al valle de Pisac.